Aún no es una tierra sin lugares: La geografía americana en evolución

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Título original:

Not Yet a Placeless Land: Tracking an Evolving American Geography

Contenido del libro:

Hoy se da por sentado que Estados Unidos ha sufrido un proceso de homogeneización a escala nacional, que un país antaño rico en diversidad geográfica y cultural se ha convertido en un país sin lugares comunes. La población estadounidense, después de todo, pasa gran parte de su tiempo comprando o comiendo en cadenas o franquicias parecidas, conduciendo por autopistas sin rasgos distintivos construidas según las especificaciones del gobierno, sentada en aeropuertos anónimos y durmiendo en moteles olvidables.

En este libro, el geógrafo cultural Wilbur Zelinsky cuestiona esa visión casi universal y llega a una conclusión paradójica: que la tierra y la sociedad estadounidenses son cada vez más uniformes y más diversas al mismo tiempo. Después de relatar las muchas formas en que las tecnologías modernas, un avanzado sistema de mercado capitalista y un potente poder político central han uniformizado el paisaje construido del vasto territorio del país y su floreciente población en los últimos doscientos cincuenta años, también considera el vigor de las fuerzas compensatorias. En una evaluación cuidadosamente equilibrada, documenta el aumento constante del papel de lo impredecible, del número y la variedad de lugares y actividades situados arbitrariamente, y la persistencia de diversidades culturales básicas.

Contrariamente a la percepción popular, las diferencias entre lugares en cuanto a lengua hablada, religión y comportamiento político no han disminuido ni desaparecido. De hecho, Zelinsky demuestra que han ido surgiendo nuevas regiones culturales y ciudades especializadas, incluso cuando una versión moderna del regionalismo y ejemplos de neolocalismo están arraigando en muchas partes de Estados Unidos.