Assessing English on the Global Stage

Contenido del libro:

Este libro cuenta la historia de los setenta y cinco años de participación del British Council en el campo de los exámenes de inglés. La primera sección del libro explora el papel del British Council en la difusión de la influencia británica por todo el mundo a través de la exportación de los exámenes de inglés británicos y de la experiencia británica en la evaluación de idiomas.

Fundada en 1934, la organización entró formalmente en el mundo de los exámenes de inglés con la firma de un acuerdo con el University of Cambridge Local Examination Syndicate (UCLES) en 1941. En virtud de este acuerdo, que duró hasta 1993, el British Council aportó importantes conocimientos de inglés como lengua extranjera (EFL) y asistencia técnica y financiera para ayudar a UCLES a desarrollar su conjunto de pruebas de inglés. Quizás los puntos culminantes de esta fase fueron el Diploma de Estudios Ingleses de Cambridge, inspirado en el British Council e introducido en la década de 1940, y el papel central desempeñado por el British Council en la conceptualización y el desarrollo del muy innovador English Language Testing Service (ELTS) en la década de 1970, precursor del actual International English Language Testing System (IELTS).

El apoyo del British Council al desarrollo de exámenes nacionales de inglés autóctonos en todo el mundo durante los últimos treinta años reforzó aún más la promoción del inglés y la creación de poder blando para Gran Bretaña. A principios de la década de 1990, el British Council dejó de centrarse en la elaboración de exámenes para pasar a impartirlos a través de su red mundial.

Sin embargo, en los primeros años del siglo XXI, la organización estaba considerando activamente volver al desarrollo de exámenes, una estrategia que se materializó con la fundación del Assessment Research Group a principios de 2012. Más tarde, ese mismo año, se presentó el servicio de pruebas de inglés Aptis, el primer examen importante desarrollado internamente en más de treinta años. Además de sentar las bases para el resurgimiento de la experiencia profesional en pruebas de idiomas dentro de la organización, estas iniciativas han dado lugar a una creciente influencia estratégica de la organización en la evaluación de la enseñanza del inglés.

Esta influencia se deriva de un compromiso con la localización de pruebas, el desarrollo y la provisión de pruebas flexibles, accesibles y asequibles, y un sistema eficaz de entrega, calificación e informes respaldado por un enfoque sociocognitivo innovador de las pruebas de idiomas. Este último periodo puede considerarse un claro retorno del British Council a la utilización de los exámenes de idiomas como herramienta para potenciar el poder blando de Gran Bretaña: una vuelta a la razón de ser original de la organización.