Artscience: Creatividad en la generación post-Google

Opiniones de los lectores

El libro ha cosechado críticas dispares: algunos lectores lo consideran perspicaz y una valiosa exploración de la creatividad interdisciplinar, mientras que otros lo critican por su falta de profundidad y por estar dominado por anécdotas personales más que por contenidos sustanciales.

Muchos lectores valoran el libro como una excelente introducción para salvar las distancias entre distintas disciplinas y fomentar la creatividad. Destaca la importancia de la colaboración interdisciplinar y ofrece ejemplos de la vida real. Algunos lo consideran un valioso manual para los aspirantes a solucionadores de problemas.

Los detractores afirman que el libro no cumple lo que promete, ya que aporta poca información útil sobre la creatividad y está repleto de anécdotas poco interesantes. Algunos opinan que carece de profundidad y no explora adecuadamente el potencial de combinar las artes y las ciencias.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

Artscience: Creativity in the Post-Google Generation

Contenido del libro:

Los científicos son famosos por creer en lo probado y aceptado por los demás, el mismo terreno que los artistas pioneros suelen subvertir; reconocen lo correcto y lo incorrecto donde los artistas sólo ven lo verdadero y lo falso.

Y, sin embargo, en algunos individuos, el aprendizaje transversal proporciona un notable tipo de catalizador de la innovación que desata la pasión, la curiosidad y la libertad para perseguir -y hacer realidad- ideas desafiantes en la cultura, la industria, la sociedad y la investigación. Este libro intenta mostrar cómo la innovación en la "generación post-Google" suele estar catalizada por quienes cruzan una línea convencional tan firmemente trazada entre las artes y las ciencias.

David Edwards describe cómo los creadores contemporáneos logran grandes avances en las artes y las ciencias desarrollando sus ideas en una zona intermedia de la creatividad humana en la que ni el arte ni la ciencia se definen fácilmente. Estos creadores pueden innovar en la cultura, como en el desarrollo de nuevas formas de composición musical (mediante el uso de la teoría del caos) o, tal vez, a través de una investigación científica pionera en el sótano del Louvre. También pueden innovar en instituciones de investigación, en la sociedad o en la industria.

A veces experimentan en múltiples entornos, llevando una sola idea a la fructificación social, industrial y cultural, aprendiendo a ver las barreras tradicionales entre arte y ciencia como una zona de creatividad que Edwards denomina arteciencia. Mediante el análisis de historias originales de innovación artístico-científica en Francia, Alemania y Estados Unidos, defiende el desarrollo de un nuevo entorno cultural y educativo, especialmente pertinente para la necesidad actual de innovar de formas cada vez más complejas, en el que artistas y científicos trabajen en equipo con socios culturales, industriales, sociales y educativos.