Arthur Szyk: Artista, judío, polaco

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Título original:

Arthur Szyk: Artist, Jew, Pole

Contenido del libro:

El artista e ilustrador Arthur Szyk era un judío polaco cuya obra era de temática y contenido abrumadoramente judíos. En una vida de creatividad que abarcó muchos de los principales acontecimientos del siglo XX y le llevó de Polonia a Francia, Inglaterra y Estados Unidos, la misión que se impuso fue utilizar su talento artístico para servir a la humanidad y al pueblo judío. Aunque su política estaba dictada por lo que creía que sería bueno para los judíos, su trabajo como artista político fue mucho más allá de una definición estrecha de la causa judía. Es más conocido entre los judíos por su Hagadá ilustrada, pero la inmensa mayoría de su obra trata temas políticos y causas sociales contemporáneas. En su Polonia natal, Szyk promovió las causas de la libertad, la tolerancia y la dignidad humana, inspirándose en el Antiguo Testamento. Creía que, como artista judío, tenía la responsabilidad de hablar en nombre de todas las minorías. Su famosa ilustración del histórico Estatuto de Kalisz simbolizaba su creencia de que el recién restablecido Estado polaco acogería a todos sus ciudadanos en una participación plena e igualitaria.

Aunque en aquella época ya estaba establecido fuera de Polonia, trabajó durante muchos años en favor del gobierno polaco en un esfuerzo por reforzar la posición de los judíos. Szyk abandonó Europa en 1940 y llegó a Estados Unidos a través de Canadá ese mismo año. Decidido como siempre a utilizar su arte con fines políticos, emprendió una cruzada contra los nazis a través de caricaturas en periódicos y revistas, carteles y exposiciones públicas. Convencido de que Hitler no se detendría con los judíos, sino que reprimiría a todos los amantes de la libertad, apoyó el esfuerzo bélico con sus impactantes imágenes propagandísticas de los ejércitos alemán y japonés, con gran efecto. Después de la guerra se dedicó a promover la idea de una patria judía en Israel. En todas las etapas de su carrera, Szyk mira al pasado pero espera el futuro.

Creía que el arte podía marcar la diferencia en el mundo, política y socialmente. La biografía de Joseph Ansell supone una contribución singular a la historia del arte judío y de las relaciones judeo-polacas de la primera mitad del siglo XX.