Arte para la guerra y la paz: Cómo un gran proyecto de arte público ayudó a Canadá a descubrirse a sí misma

Título original:

Art for War and Peace: How a Great Public Art Project Helped Canada Discover Itself

Contenido del libro:

El programa de grabados Sampson-Matthews fue el mayor proyecto de arte público de la historia de Canadá. Iniciado al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, duró 22 años y costó decenas de millones de dólares. Las exquisitas serigrafías de gran tamaño se basaban en diseños de los mejores artistas canadienses, como David Milne, Emily Carr, B. C. Binning, Lawren Harris y A. Y. Jackson, Tom Thomson, J. W. Morrice y Clarence Gagnon.

La idea que lanzó el proyecto era sencilla. Conseguir que los mejores pintores de Canadá contribuyeran al esfuerzo de guerra creando nuevas obras, guiados por la National Gallery. La imprenta de Toronto Sampson-Matthews las convertiría en serigrafías de alta calidad, que luego se enviarían a todas las unidades militares y oficinas gubernamentales, desde Gran Bretaña hasta Ceilán. Al mismo tiempo, se destinaban al frente interno: escuelas, bibliotecas, bancos, compañías de seguros. En 1943, las láminas colgaban de los escaparates de las tiendas Eaton de costa a costa. Las imágenes fueron tan populares que el programa se disparó después de la guerra. Se encargaron docenas de obras más y se imprimieron decenas de miles más. Los decorados recorrieron Estados Unidos, la Rusia soviética y la Europa devastada por la guerra; el Banco de Montreal los colocó en todas sus sucursales. Los grandes paisajes se convirtieron en telones de fondo familiares para dos generaciones de canadienses.

El programa fue un grandioso ejercicio de educación artística, una unión de cultura, comercio y patriotismo que sólo una guerra mundial podía crear. Vea la película Argo y verá dos grabados en las escenas de la embajada de Teherán, tótems benévolos que aseguran a los conspiradores que todo irá bien; esto es Canadá, tranquilos.

Arte para la guerra y la paz cuenta la historia de los grabados de Sampson-Matthews, con reproducciones a todo color de 112 serigrafías y contribuciones de varios escritores de arte, entre ellos Douglas Coupland.