Arte en el fuego cruzado: Resurgir de las ruinas de la guerra: la verdadera historia del artista afgano Abdul Shokoor Khusrawy

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Título original:

Art in the Crossfire: Rising from the Ruins of War the True Story of Afghan Artist Abdul Shokoor Khusrawy

Contenido del libro:

Abdul Shokoor Khusrawy desarrolló su pasión por el arte a los siete años, mientras se recuperaba de una fractura de fémur en la pierna derecha, que tuvo enyesada durante más de dos años en Kabul (Afganistán). Descubrió que no iba a recuperarse del todo ni a caminar con normalidad, por lo que fue diagnosticado y declarado discapacitado para el resto de su vida. Se suponía que Shokoor, con siete años, iba a matricularse en primero de primaria, pero en lugar de eso estuvo entrando y saliendo de los hospitales durante dos años. Finalmente mejoró un poco y entró en la escuela a los nueve años, pero no sin antes pasar por repetidos rechazos a causa de su edad. Shokoor estaba a punto de graduarse en el instituto cuando Afganistán fue invadido por la URSS. Las atrocidades de la brutal invasión de la URSS provocaron una afluencia masiva de refugiados y el asesinato en masa de civiles afganos. Pronto, Afganistán se convirtió en una zona de batalla, marcada como el capítulo más oscuro de la historia reciente afgana. Las Naciones Unidas y la OTAN se involucraron para llevar la paz a Afganistán; pero tras décadas de intentos acabaron por darse cuenta de que los afganos se oponían a cualquier tipo de injerencia extranjera, combatiendo simultáneamente al gobierno títere de Afganistán y a las fuerzas de la OTAN. Millones de personas han perdido la vida; ciudades y pueblos están en ruinas. El miedo, la ansiedad, las dificultades económicas, las crisis sanitarias y el caos siguen amenazando la vida de los afganos.

Shokoor, joven pero vulnerable, ha desarrollado una pasión por la pintura mientras presenciaba estos horrores, y empezó a dibujar y pintar estos sucesos, muchas de cuyas imágenes son muy perturbadoras. Mientras duró la guerra, la mayoría de las escuelas de los alrededores de la capital, Kabul, estaban abiertas de forma intermitente y a veces eran alcanzadas por balas y cohetes. Sin embargo, los estudiantes seguían yendo a la escuela, arriesgando sus vidas al estar a sólo una bala de ser asesinados. Shokoor estaba entre ellos. Finalmente se graduó y se matriculó en la Universidad de Kabul, donde todos los estudiantes vivían su vida día a día, sin saber si llegarían o no a la escuela al día siguiente. Shokoor estaba interesado en casarse con alguien a quien amara, pero atravesaba dificultades económicas y tenía que terminar la escuela. Encontró un trabajo después de la escuela en una obra de construcción para cubrir sus gastos, comprar material de arte y llevar comida a la mesa de su nueva novia, que era ama de casa y no tenía estudios. Una vez, mientras Shokoor excavaba en la base de un edificio, uno de sus compañeros le golpeó accidentalmente en el costado con una piqueta, que le perforó el riñón. Fue trasladado a un hospital mientras estaba inconsciente. Tuvo que quedarse en casa un tiempo para recuperarse mientras pasaba penurias económicas. Sin embargo, el recién casado se alegraba de estar vivo.

La guerra se intensificaba en torno a Kabul, y Shokoor, recién licenciado, acababa de conseguir un nuevo trabajo en la Galería Nacional y, más tarde, en el Museo de Kabul, sin saber que iba a estar una semana atrapado en el interior del museo mientras los militantes combatían entre sí justo fuera del museo, en Darul-Aman, Kabul. Una semana después, Shokoor consiguió llegar a casa y se alegró de ver a su esposa. Pronto hicieron las maletas, abandonaron su querido hogar y buscaron refugio en el país vecino, Pakistán, sólo para descubrir que iban a sufrir más devastaciones. Más tarde regresaron a Kabul con la esperanza de reconstruir sus vidas destrozadas, sin saber que volvían a la ciudad en ruinas donde su mujer moriría durante el parto. Shokoor no vio otra opción que aguantar, perseverar y seguir con vida. Abandonó Afganistán y vino a Estados Unidos en busca de seguridad y una vida mejor, lejos del miedo y las guerras. Shokoor es una de las personas más afortunadas por salir de una zona de guerra y venir a Estados Unidos, donde tenía esperanzas y sueños de establecer una nueva vida y marcar la diferencia en la vida de la gente a través de su arte y su historia. Su exposición de arte en Estados Unidos recibió grandes premios y reconocimientos. Algunos de sus cuadros se expusieron en el Museo de la Ciudad del Sol, en Arizona. A continuación, Shokoor quiso abrir un.