Loving Dylan
J. Marie te invita a adentrarte en su viaje para lidiar con la adicción a las drogas de su hijo y su incapacidad para controlar el caos.
Empieza con dos curas y tres terapeutas y acaba en un aparcamiento de Target, pero los esfuerzos intermedios son a menudo inútiles y con frecuencia cómicos. Mientras aprende la diferencia entre la paternidad y la codependencia, que se parecen a simple vista, se pregunta si sobrevivirá amando a Dylan. Afligida por la pérdida de sus sueños para el futuro de Dylan, se da cuenta de que cuando le dijo a su hijo: "Puedes ser lo que quieras ser".
Nunca consideró la opción de drogadicto.
Pensaba en astronauta, profesor, policía o padre. Mientras lucha por mantenerse unida a Dylan, necesita redefinir el amor y la autoestima.
Durante años, se negó a hablar de que su hijo era drogadicto porque le preocupaba que la gente la tachara de madre fracasada. Y lo que es más importante, le preocupaba que tuvieran razón. Las cosas no cambiaron hasta que dejó de esconderse en las sombras.
Dylan no era su problema; era su solución. No quería que su hijo fuera adicto, pero mientras lo fuera, utilizaría la situación para resolver problemas con los que había vivido toda su vida. Su amor por su hijo sería el catalizador para curar las heridas que la tenían secuestrada.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)