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Raise Your Voice: Why We Stay Silent and How to Speak Up
Tienes voz. Y tienes el permiso de Dios para usarla.
En algunas comunidades, ciertas voces son amplificadas y elevadas mientras que otras son borradas y suprimidas. Puede ser difícil alzar la voz, especialmente en la fealdad de las redes sociales. Las dinámicas de poder nos mantienen en silencio y marginados, especialmente cuando la raza, la etnia y el género son factores.
¿Qué podemos hacer al respecto? La activista Kathy Khang enraíza nuestra voz e identidad en la imagen de Dios. Dado que Dios nos creó en nuestra etnia y género, nuestra voz se expresa de forma única a través de la totalidad de lo que somos. Hemos sido creados para hablar, y podemos hablar por nosotros mismos y en nombre de los demás.
Khang ofrece reflexiones de héroes fieles que alzaron su voz en aras de la justicia de Dios, y muestra cómo podemos hacer lo mismo hoy, en persona, en las redes sociales, en las organizaciones y en la plaza pública. No calles más. Si te has preguntado cuándo y cómo hablar, escucha la invitación de Dios a que encuentres y administres tu auténtica voz, ya sea de palabra o de obra, para comunicar la buena nueva en un mundo desordenado.
Al discernir la voz de Dios que te llama a hablar, descubrirás cómo suena tu voz cuando expresas el corazón de Dios a los demás. Y el mundo te oirá alto y claro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)