Food for Hungry Souls
Las almas vivificadas son almas hambrientas, y las almas hambrientas necesitan alimento. Algunas pueden comer alimentos sólidos y otras deben ser alimentadas con leche.
La palabra de Dios provee para todos, y da una porción a cada uno; y Dios ordena a sus siervos que hagan lo mismo. Todos los creyentes necesitan ser alimentados, y este pequeño libro tiene la intención de ofrecerles alimento. Si el lector es un alma hambrienta, encontrará en él algo que satisfaga su caso; aunque es probable que para algunos sea demasiado simple, y lo abandonen para buscar algo más de su gusto.
Salomón dijo hace mucho tiempo: «El alma saciada aborrece el panal, pero para el alma hambrienta todo lo amargo es dulce». Si el lector se beneficia, hará bien en recomendar la obra a otros, así como en regalar o prestar ejemplares a los pobres. Este es un modo muy fácil de hacer el bien, no a uno, sino a muchos; no de una vez, sino a perpetuidad.
Cuando damos un buen libro, no sabemos a dónde será llevado, ni cuántos años se conservará. Hagamos circular tales libros, en la medida de nuestras fuerzas, pidiendo la bendición de Dios sobre nuestros esfuerzos. Que tanto el escritor como el lector se encuentren entre los bienaventurados del Señor.
Amén. James Smith.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)