Puntuación:
Este libro es un recurso muy apreciado sobre Calder, especialmente por su exhaustiva cobertura de sus primeras obras y sus perspicaces ensayos. Presenta reproducciones de alta calidad y testimonios de primera mano, lo que lo hace atractivo tanto para los entusiastas del arte como para los artistas.
Ventajas:- Buena presentación y entrega rápida.
Desventajas:- Amplia cobertura de la carrera de Calder, especialmente de sus primeras obras.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Alexander Calder: Modern from the Start
Sobre la fructífera, creativa y duradera relación de Alexander Calder con el MoMA, desde las primeras esculturas de alambre hasta las últimas abstracciones.
La obra de Alexander Calder apareció por primera vez en las galerías del Museum of Modern Art en 1930, en la exposición Painting and Sculpture by Living Americans. Durante las décadas siguientes, la relación del artista con el Museo sería profunda, productiva y mutuamente beneficiosa. Calder cultivó amistades y relaciones de trabajo con figuras notables, como Alfred H. Barr Jr., director fundador del Museo, y James Johnson Sweeney, con quien colaboró en su amplia exposición retrospectiva de 1943. Su obra está impresa en la historia temprana del MoMA, no sólo por su innovación material y conceptual, sino también por su presencia en momentos significativos, como un móvil realizado para colgar sobre la gran escalera del vestíbulo con motivo de la inauguración del nuevo edificio de Goodwin y Stone ("Trampa de langosta y cola de pescado", que cuelga allí hasta hoy).
Un elaborado candelabro para adornar las mesas en un acto de celebración de un aniversario.
Y una escultura para hacerla volar de un asta de bandera con motivo de la exposición Cubismo y arte abstracto.
Alexander Calder: Modern from the Start celebra esta relación extraordinariamente fértil entre una institución y un artista que fue a la vez un importante socio creativo y, con su magnífica donación de 19 obras en 1966, un importante donante. A través del MoMA, Calder llegó a ser conocido como pionero de la escultura moderna, y a través de Calder, el MoMA llegó a entenderse a sí mismo como un museo americano de arte moderno.
Tras estudiar ingeniería, Alexander Calder (1898-1976) se trasladó a París a finales de la década de 1920, donde se encontró en el centro de la vanguardia artística de la ciudad. Allí desarrolló su Cirque Calder, una performance artística compuesta por docenas de objetos en miniatura hechos a mano, y un grupo de obras figurativas independientes realizadas en alambre. En 1930, Calder se inclinó por la abstracción e inventó el móvil, una escultura abstracta formada por piezas independientes que incorporan movimiento natural o mecánico. Continuaría explorando las posibilidades de este lenguaje visual durante el resto de su carrera, para pasar finalmente a las construcciones monumentales y las obras públicas.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)