Alas cortadas: Ascenso y caída de las mujeres piloto de las Fuerzas Aéreas (Wasps) en la Segunda Guerra Mundial.

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Título original:

Clipped Wings: The Rise and Fall of the Women Airforce Service Pilots (Wasps) of World War II

Contenido del libro:

Revive las historias olvidadas de las aviadoras pioneras, que también aparecen en la próxima película documental Coming Home: La lucha por un legado.

Durante la Segunda Guerra Mundial, todas las ramas del ejército tenían mujeres auxiliares. Sin embargo, sólo el programa de Pilotos de Servicio de la Fuerza Aérea Femenina (WASP, por sus siglas en inglés) estaba formado en su totalidad por mujeres que emprendían misiones peligrosas más comúnmente asociadas a los hombres y deseadas por ellos.

Dentro de las jerarquías militares, el piloto de la Segunda Guerra Mundial era percibido como el más elegante y deseable de los militares. Los "Flyboys" eran la élite más audaz del ejército estadounidense. Más que las WAC (Ejército), las WAVES (Marina), las SPARS (Guardia Costera) o las mujeres marine, las WASP desafiaron directamente estos supuestos de supremacía masculina en la cultura bélica. Las WASP pilotaron los cazas más rápidos y los bombarderos más pesados, probaron modelos experimentales y trabajaron en el desarrollo de sistemas de armamento. Sin embargo, las WASP fueron las únicas mujeres auxiliares de los servicios armados de la Segunda Guerra Mundial que no estaban militarizadas.

En Alas cortadas, Molly Merryman se basa en documentos militares -muchos de los cuales no se desclasificaron hasta la década de 1990-, registros del Congreso y entrevistas con las mujeres que sirvieron como WASP durante la Segunda Guerra Mundial para trazar la historia de las más de mil pilotos que sirvieron a su país como las primeras mujeres en pilotar aviones militares. Examina las presiones sociales que culminaron en su disolución en 1944 -a pesar de que sus servicios seguían siendo necesarios en tiempos de guerra- y documenta sus luchas y su éxito final, en 1977, para obtener la condición de militares y recibir prestaciones de veteranas.

En el prefacio de esta reedición, Merryman reflexiona sobre los cambios que ha experimentado la aviación femenina en los últimos veinte años, cuando el nuevo programa Artemis de la NASA promete llevar a la luna a la primera mujer astronauta y las mujeres afroamericanas y lesbianas figuran entre los nuevos reclutas de pilotos. Al actualizar la historia de las WASP, Merryman revela que incluso en los últimos años han tenido que librar más batallas y recibir más reconocimiento nacional. En el fondo, la historia de las Pilotos de Servicio de las Fuerzas Aéreas no trata de guerras ni de aviones, sino de persistencia y logros extraordinarios. Estas consumadas mujeres piloto hicieron algo más que romper las barreras del vuelo: establecieron un modelo de igualdad.