Agentes del desorden: La revolución cultural china por dentro

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Título original:

Agents of Disorder: Inside China's Cultural Revolution

Contenido del libro:

¿Por qué se derrumbó tan rápidamente el partido-estado chino tras el inicio de la Revolución Cultural? El galardonado autor de China bajo Mao ofrece una sorprendente respuesta que encierra una poderosa advertencia implícita para los gobiernos actuales.

En mayo de 1966, sólo diecisiete años después de su fundación, la República Popular China se había convertido en uno de los Estados más poderosamente centralizados de la historia moderna. Pero aquel verano todo cambió. Mao Zedong pidió a los estudiantes que atacaran a los intelectuales y funcionarios que supuestamente no estaban comprometidos con los principios revolucionarios. Los rebeldes respondieron derrocando gobiernos locales en todo el país, dando paso a casi dos años de conflicto que en algunos lugares rozó la guerra civil y causó casi 1,6 millones de muertos.

¿Cómo y por qué se derrumbó tan rápidamente el partido-estado? Los relatos habituales describen una revolución instigada desde arriba hacia abajo y escalada desde abajo hacia arriba. En esta innovadora reconsideración de los orígenes y la trayectoria de la Revolución Cultural, Andrew Walder ofrece una nueva y sorprendente conclusión: los cuadros del partido arrebataron el poder a sus superiores, desencadenando una reacción en cadena de violencia, intensificada por una intervención mal gestionada del ejército. Esta dinámica desde dentro explica cómo se formaron facciones virulentas, por qué se intensificó el conflicto y por qué la represión que puso fin al desorden fue mucho peor que la violencia que pretendía contener.

Basado en más de 2.000 anales locales que relatan unos 34.000 episodios revolucionarios en toda China, Agentes del desorden ofrece una interpretación original de acontecimientos familiares pero complejos y sugiere una lección más amplia para nuestro tiempo: las fuerzas del orden con las que contamos para frenar la violencia pueden, en cambio, generar un derramamiento de sangre devastador.