After Crisis: Ajuste, recuperación y fragilidad en Asia Oriental

Título original:

After Crisis: Adjustment, Recovery and Fragility in East Asia

Contenido del libro:

La crisis financiera mundial que estalló en torno a septiembre de 2008 fue una más de una serie de crisis que han afectado a más de sesenta países en la era de la liberalización financiera. Por supuesto, la última crisis es especialmente significativa en varios sentidos: se originó en el núcleo del capitalismo, en Estados Unidos; se ha extendido dramáticamente por todo el mundo, incluso a países que antes parecían relativamente seguros; pone en tela de juicio muchos de los dogmas económicos dominantes que han dominado la formulación de políticas económicas durante más de dos décadas. Sin embargo, en otros aspectos, la crisis actual no es muy diferente de las que la han precedido en el pasado reciente.

En julio de 2007 se cumplió una década del inicio de la crisis financiera en varios países de Asia Oriental y Sudoriental. La crisis de 1997 centró la atención en los peligros asociados a un mundo dominado por las finanzas fluidas. Puso de manifiesto que la liberalización financiera puede provocar crisis incluso en las llamadas "economías milagro". Antes de la crisis, el ritmo y el patrón de crecimiento de muchos países de la región estaban desafiando el dominio de las potencias capitalistas originales sobre la economía mundial. La crisis de 1997 hizo retroceder ese proceso, e incluso después de una década muchos de esos países no han podido recuperar el dinamismo anterior a la crisis. En retrospectiva, está claro que las crisis monetarias y financieras tienen efectos devastadores en la economía real. La consiguiente falta de liquidez y la oleada de quiebras provocan una grave deflación, con las consiguientes consecuencias para el empleo y el nivel de vida. La adopción, tras la crisis, de estrategias de estabilización convencionales del FMI tiende a empeorar la situación: los gobiernos se vuelven tan sensibles a la posibilidad de futuras crisis que siguen adoptando políticas macroeconómicas muy restrictivas y limitan el gasto público incluso en sectores sociales cruciales. Por último, la deflación de los precios de los activos y la devaluación allanan el camino a las entradas de capital extranjero que financian una transferencia de la propiedad de los activos de los inversores nacionales a los extranjeros, permitiendo así una conquista por parte del capital internacional de importantes activos y recursos nacionales.

Este libro esboza las trayectorias alternativas del desarrollo posterior a la crisis en distintas economías, las lecciones que ofrecen y las implicaciones que tienen para las políticas alternativas. Es importante hacer balance de estos procesos no sólo para comprender la experiencia de las "economías en crisis" de Asia Oriental y Sudoriental, sino también porque cada vez es más evidente que el sistema financiero internacional aún no ha desarrollado formas eficaces de prevenir tales crisis entre las economías emergentes y de reducir sus efectos perjudiciales. De hecho, un examen de la experiencia posterior a la crisis de los países no pertenecientes a Asia Oriental revela importantes similitudes (así como algunas diferencias) que tienen implicaciones para todos los países en desarrollo que han experimentado un grado significativo de integración económica mundial. Por tanto, este libro tiene un enfoque más amplio que el de las "economías en crisis" de Asia Oriental únicamente: trata de situar la evolución posterior a la crisis en un análisis más amplio de la reciente economía política del capitalismo internacional, en particular el papel de las finanzas móviles. También ofrece perspectivas comparativas sobre la reestructuración posterior a la crisis en otros países en desarrollo que la han padecido, así como sobre la experiencia de otros países asiáticos que se vieron afectados por la crisis financiera, pero que no la sufrieron.

Aunque los ensayos de este libro se escribieron originalmente en 2007, siguen siendo extraordinariamente pertinentes en la actualidad, entre otras cosas porque anticipan los procesos que condujeron al colapso financiero mundial en 2008. Una idea clave de gran parte del análisis de este libro es cómo las estrategias orientadas al mercado para hacer frente a la crisis crearon una mayor fragilidad financiera en muchas economías postcrisis. En esa medida, muchos de estos trabajos predicen eficazmente el grave impacto que la actual crisis mundial está teniendo tanto en las variables financieras como en la economía real, en particular en los países en desarrollo.