Aceite de CBD para el asma: El poder curativo del aceite de CBD para tratar el asma

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Título original:

CBD Oil for Asthma: The Healing Power of CBD Oil in Treating Asthma

Contenido del libro:

El CBD (cannabidiol) es un compuesto de la planta de cannabis. Se puede utilizar de varias formas, como vaporización, tinturas, cápsulas y comestibles. A diferencia de su pariente cercano, el THC (tetrahidrocannabinol), el CBD es completamente no psicoactivo. Por ello, el CBD se ha convertido en una opción muy popular entre quienes buscan una alternativa natural para tratar dolencias como el dolor crónico, la esclerosis múltiple, el TEPT, la epilepsia y otros trastornos mentales. Al principio, muchos se mostraron escépticos, pensando que un compuesto natural, y menos aún un compuesto del Cannabis, pudiera tratar eficazmente una gama tan amplia de afecciones. Pero a medida que los investigadores médicos aprendían más y las historias de decenas de miles de personas empezaban a acumularse, la verdad era innegable. El CBD funciona. Para empezar, el CBD hereda muchas de las propiedades medicinales del Cannabis, como ser antiinflamatorio y ansiolítico. Esto le permite proporcionar un alivio natural del estrés, la ansiedad y el dolor. Pero esto por sí solo no es lo que permite al CBD beneficiar a tantas afecciones. Lo que le permite tratar eficazmente tantas enfermedades, y mantener la salud y el bienestar del cuerpo, es cómo los cannabinoides que se encuentran en el CBD interactúan con los receptores de todo nuestro cuerpo. En 1988, se descubrió el primer receptor cannabinoide en el cerebro de una rata.

Los investigadores descubrieron que estos receptores reaccionaban específicamente al THC y se encontraban principalmente en regiones del cerebro responsables de procesos mentales y fisiológicos como la memoria, la alta cognición, la emoción y la coordinación motora. Pocos años después, en 1993, se descubrió que el segundo receptor cannabinoide formaba parte de los sistemas inmunológico y nervioso central. Fue entonces cuando los investigadores empezaron a darse cuenta de que podían haber dado con algo, pero estos receptores sólo se encontraban en roedores, así que, ¿cuál era el problema? En 1995, los investigadores descubrieron que estos receptores, ahora denominados oficialmente receptores CB1 y CB2, no sólo se encontraban en ratas, sino en miles de especies, incluidos los humanos. Gracias a los avances en la tecnología y el conocimiento y a toneladas de ensayos clínicos, los investigadores fueron capaces de aplicar ingeniería inversa a lo que habían descubierto, rastrear las rutas metabólicas de varios cannabinoides y descubrir un sistema de señalización totalmente desconocido entre los receptores CB1 y CB2 de nuestros cuerpos y los receptores que se encuentran en los compuestos del cannabis, que denominaron "endocannabinoides". Debido al papel de los endocannabinoides en este sistema, el sistema se denominó oficialmente Sistema Endocannabinoide (SCE).

A medida que los investigadores aprendían más sobre el SCE, descubrieron que era un componente vital para mantener la homeostasis del organismo, que es el equilibrio ideal entre elementos interdependientes del cuerpo. Para que se haga una idea de cómo el SCE ayuda a mantener la homeostasis, le pondré un ejemplo. Cuando nos estresamos, nuestra mente libera cortisol, que es el compuesto responsable de cómo nos sentimos cuando estamos estresados. El cortisol puede ser útil cuando necesitamos reaccionar rápidamente ante una situación peligrosa; sin embargo, demasiadas alteraciones en el equilibrio natural de nuestro cuerpo y mente pueden provocar graves problemas de salud. Cuando ciertos endocannabinoides se introducen en el cuerpo, no sólo ayudan a aliviar el estrés, sino que ayudan a manejar nuestra percepción del estrés para que podamos ver la situación con una mente clara, y tomar la mejor decisión. Con toda la jerga científica, esta última sección puede haber sido un poco confusa. Así que para aclararlo. Los científicos descubrieron que hay sistemas en nuestro cuerpo que dependen exclusivamente de su interacción con los cannabinoides, y estos sistemas forman parte de funciones vitales de nuestro cuerpo. Básicamente, nuestros cuerpos fueron diseñados para trabajar con cannabinoides, e incluso se pueden considerar esenciales para nuestra salud y bienestar general.