A Time to Lose: Representing Kansas in Brown V. Board of Education (Un tiempo que perder: la representación de Kansas en el caso Brown contra el Consejo de Educación)

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Título original:

A Time to Lose: Representing Kansas in Brown V. Board of Education

Contenido del libro:

Estas reflexivas y atractivas memorias revelan un aspecto hasta ahora oculto de lo que muchos consideran la decisión más importante del Tribunal Supremo del siglo XX. Con serena franqueza, Paul Wilson reflexiona sobre su papel como fiscal general adjunto de Kansas encargado de "defender lo indefendible": la política de "separados pero iguales" que fue anulada el 17 de mayo de 1954 por la demanda de Linda Brown, que sentó un precedente.

La decisión del caso Brown puso fin a la segregación racial legalmente autorizada en las escuelas públicas de nuestro país, amplió los conceptos constitucionales de igualdad de protección y garantías procesales y, en muchos sentidos, inauguró el movimiento moderno por los derechos civiles. Desde entonces, ha sido citada por los tribunales de apelación en miles de casos federales y estatales, analizada en miles de libros y artículos, y sigue siendo una piedra angular de la enseñanza en las facultades de Derecho.

Wilson nos recuerda que Brown no fue un caso, sino cuatro -incluidos casos similares en Carolina del Sur, Virginia y Delaware- y que fue sólo un capricho del destino lo que llevó a este joven abogado al centro del escenario del Tribunal Supremo. Pero el caso de Kansas y su propio papel, sostiene, fueron diferentes de los demás en aspectos significativos. Sus recuerdos revelan por qué.

Recordando muchos acontecimientos conocidos sólo por los conocedores de Brown, Wilson recrea el mundo de la Kansas de los años cincuenta, sitúa el caso en el contexto de aquellos tiempos y de la política, proporciona nueva información importante sobre la ambivalente defensa del Estado y, a continuación, da un paso atrás para sugerir algunas lecciones fundamentales sobre su experiencia, la evolución de las relaciones raciales y el papel del abogado en la resolución judicial de los conflictos sociales.

A lo largo de estas reflexiones, la voz de Wilson brilla por su sinceridad, calidez y genuina humildad. Lejos de ser una apología interesada de uno de los perdedores de la historia, sus memorias nos recuerdan una vez más que hay gente buena a cada lado de los problemas que nos dividen y que la verdad y el sentido no son patrimonio exclusivo de los ganadores de la historia.