A Surfeit of Magnificence: Las tribulaciones de Sir Thomas Champneys de Orchardleigh

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Título original:

A Surfeit of Magnificence: The Trials & Tribulations of Sir Thomas Champneys of Orchardleigh

Contenido del libro:

Sir Thomas Swymmer Mostyn-Champneys nació en Frome, Somerset, en 1769 y fue el último de una estirpe de aristócratas cuyos orígenes se remontan a Guillermo de Normandía. Una serie de malas decisiones llevaron a Thomas a la bancarrota por tercera generación y, a pesar de casarse con una viuda muy rica, nunca pudo salir de ella. Con unos fondos cada vez más escasos, gastó a manos llenas en bailes de máscaras, desfiles y proyectos de construcción, pero sobre todo en litigios.

Se vio envuelto en una seria disputa legal sobre el derecho a nombrar al sacristán de la iglesia local, ganó el caso con grandes gastos y publicó un largo y surrealista poema ridiculizando a sus oponentes. Una parte de este poema contiene una descripción de unos manuscritos originales que él creía escritos por William Shakespeare y describe una noche que Shakespeare pasó en Frome, donde fue "engañado por los nativos".

El libro detalla numerosos casos judiciales, a menudo humorísticos, así como su encarcelamiento por deudas, extravagantes proyectos de construcción y su época como magistrado popular. En un momento dado, fue secuestrado en una posada a punta de navaja por unos alguaciles y arrojado a la prisión de deudores, pasando muchos años encarcelado en Londres e Ilchester.

Cuando no se entretenía profusamente, pasaba gran parte de su tiempo en disputas con personajes de la zona, uno de los cuales, un abogado local, difundió rumores sobre sus relaciones homosexuales, lo que le llevó a un juicio por calumnias que Champneys ganó, y a la publicación de otro libro.

En 1832 se presentó a las elecciones locales, que se saldaron con tres días de disturbios y la milicia local disparando contra la multitud. Perdió a pesar de ser popular entre los trabajadores que no tenían derecho a voto.

Sus deudas llegaron a ser tan elevadas que su mansión, en Orchardleigh, fue asaltada por los alguaciles en numerosas ocasiones y su contenido subastado hasta que, finalmente, la propiedad fue adquirida por un pariente y se le permitió permanecer allí con su esposa hasta su muerte en 1839.