Puntuación:
El libro critica la evolución del sistema de justicia penal británico, que ha pasado de un enfoque centrado en el castigo a otro más indulgente, argumentando que este cambio ha provocado un aumento de la delincuencia y de la inseguridad ciudadana. El autor pone de relieve los fallos de las prácticas judiciales actuales, la influencia de los sentimientos contrarios a la prisión y la ineficacia de las perspectivas sociales de la justicia penal, al tiempo que propone medidas concretas de mejora.
Ventajas:Ofrece una visión detallada de los fallos del sistema de justicia penal, especialmente a partir de la amplia experiencia del autor. Proporciona argumentos sólidos contra los enfoques actuales y sugiere recomendaciones prácticas. Interesante para quienes se interesan por el impacto social de la delincuencia. Algunos lectores lo consideraron valioso para comprender los problemas sociales.
Desventajas:El tono es en gran medida pesimista y puede considerarse deprimente, con descripciones gráficas de delitos y condenas inadecuadas. Algunos lectores pueden considerarlo demasiado sombrío o cuestionar la viabilidad de los cambios propuestos. La crítica al poder judicial puede resultar dura para algunos.
(basado en 6 opiniones de lectores)
A Land Fit for Criminals: An Insider's View Of Crime, Punishment And Justice In The UK
Los ciudadanos británicos soportan hoy uno de los peores niveles de delincuencia del mundo. Según estimaciones del propio Gobierno, cada año se cometen 132 millones de delitos graves, la inmensa mayoría de los cuales no se registran ni detectan. Abundan los robos con allanamiento de morada, crece la delincuencia callejera y la violencia alcanza niveles sin precedentes. El miedo a la delincuencia hace que muchos de nosotros -especialmente los más vulnerables y los ancianos- nos hayamos convertido en prisioneros en nuestras propias casas, dejando vía libre a delincuentes depredadores para que campen a sus anchas por nuestras calles.
En este estudio meticulosamente investigado y apasionadamente argumentado del sistema judicial británico contemporáneo, David Fraser ofrece una aleccionadora acusación a los gobiernos británicos de posguerra, que no sólo han supervisado sino que también han fomentado este espectacular y aterrador aumento de la delincuencia. Casi sin excepción, los gobiernos -y los funcionarios y académicos que los secundan- han intentado persuadirnos de que los delincuentes son víctimas de la sociedad y que lo mejor es rehabilitarlos dentro de la comunidad en lugar de castigarlos dentro de las cárceles. Esta "propaganda anticarcelaria" se ha extendido tanto que pocos, independientemente de su color político, están dispuestos a cuestionar su veracidad.
Sin embargo, como David Fraser argumenta convincentemente, la supervisión comunitaria y las órdenes de libertad condicional simplemente han dejado a los delincuentes libres para reincidir, mientras que la casi obsesión del sistema de justicia penal por el bienestar de los delincuentes ha llegado a anular su preocupación por sus víctimas, cuyos intereses y sufrimientos son cruelmente ignorados. Además, sugiere que la incapacidad de los sucesivos gobiernos para cumplir con lo que es su primer deber -proteger a sus ciudadanos- amenaza con socavar nuestra democracia, a medida que más y más personas -exasperadas por la flagrante injusticia del sistema judicial- se toman la justicia por su mano. De hecho, Gran Bretaña se ha convertido en "un país apto para delincuentes".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)