A Botany of Violence: 528 años de resistencia y resurgimiento

Título original:

A Botany of Violence: 528 Years of Resistance & Resurgence

Contenido del libro:

De la teoría de los gérmenes a la lógica de las plantaciones, este libro sigue la pista de 529 años de poderes mundiales y coloniales en la violenta búsqueda de la escurridiza planta Cinchona de Sudamérica.

Contrabandeada y robada por los jesuitas y la monarquía española en el siglo XVII, trasplantada por Gran Bretaña y Holanda en la India e Indonesia durante el siglo XVIII, cartografiada por el explorador alemán Alexander von Humboldt en el siglo XIX, convertida en arma por Estados Unidos en el siglo XX y monopolizada por la industria farmacéutica mundial en el siglo XXI, la historia de la planta Cinchona -el árbol llamado "fiebre"- se encuentra literalmente en la base de la civilización moderna. La búsqueda de la cura para la malaria y el control de la producción de quinina, tal como se observa en el monopolio corporativo en África hoy en día, también traza profundas raíces de desposesión territorial y explotación laboral que se extienden entre el Amazonas y los Andes. Detrás de la máscara de la preservación del patrimonio y la conservación de los recursos, cinco siglos de pruebas gráficas ponen de relieve las escalas desiguales de la violencia racializada y de género que tienen sus raíces en las injusticias territoriales y se sustentan en el nacionalismo de Estado.

Acercando el mapa y el territorio, las políticas de extracción de recursos y destrucción medioambiental sancionadas por el Estado se entrelazan con las narrativas contemporáneas de soberanía y autodeterminación. Como un tratado geopolítico, el activismo archivístico de este libro reconstruye las relaciones con la planta Cinchona, reivindicando las historias territoriales de sus pueblos y sus tierras ancestrales para hacer frente a las estructuras opresivas del Estado-colono. Pasada por alto, suprimida y marginada, la larga historia de movimientos de resistencia y rebeliones protagonizados por mujeres indígenas y afrolatinas no sólo revela la fuerza colono-colonial del Estado-nación. Su resurgimiento contemporáneo en el siglo XXI propone un contramapa: un modo de desafiar la plaga de violencia y la militarización de los recursos de los últimos cinco siglos y su transformación en una flora regenerativa del futuro.