163 días

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Título original:

163 Days

Contenido del libro:

Hannah Hodgson es una poeta gravemente enferma que utiliza una panoplia de vocabularios para evocar lo médico, lo poético y lo profesional con el fin de explorar lo que la enfermedad, la muerte y la agonía provocan en una persona joven, como paciente y como testigo. 163 días es la hospitalización más larga que ha sufrido hasta la fecha, y con ella como andamiaje traza cómo las verdades médicas, legales y personales chocan tan fuerte como la caída de una bandeja de instrumental en un quirófano silencioso.

En este largo y singular poema, indaga en lo que una vez consideró la verdad, en lo que la ley considera la verdad y en la verdad traumática, que es algo que sólo el cuerpo puede contener. En el momento de la narración, tiene dieciséis años y va a cumplir diecisiete en una sala de hospital engalanada con colores primarios, payasos que se ofrecen voluntarios para visitar a los niños enfermos y cuatro huevos de Pascua por paciente en una sala en la que sólo puede comer un niño. A ese niño se le mira fijamente mientras come, mientras Hannah empieza a olvidar el sabor de la comida.

Los médicos se esfuerzan por diagnosticar sus múltiples enfermedades crónicas, que comenzaron con una rápida pérdida de peso y le impiden comer o absorber nutrientes adecuadamente. Sufre unos síntomas desgarradores, así como las numerosas pruebas y procedimientos, a menudo muy dolorosos, necesarios para mantenerla con vida el tiempo suficiente para averiguar qué le ocurre. Cada día contiene dos entradas: un poema a modo de diario que explora su versión de la jornada y otro que recoge notas que podrían encontrarse en los informes médicos.

Las anotaciones de la autora se distinguen por su claridad y desesperación. Tiene un don para la descripción que nos acerca, a veces de forma casi insoportable, a su sufrimiento.

Sentimos su dolor, pero también su frustración por no haber sido diagnosticada y estar sujeta a rutinas hospitalarias que a veces parecen arbitrarias, como la necesidad de barrer y deshacerse de las tarjetas de sus amigos, consideradas un "riesgo de infección". Del mismo modo, el personal del hospital parece a veces maravillosamente amable y otras, aparentemente negligente, frío o cruel. Por su duración, pasa por numerosos turnos, rotaciones de personal y rotaciones de estudiantes de medicina.

Aquí se cuestiona la calidad institucional de la institución, así como la libertad del individuo vulnerable en este entorno. En un momento dado, a sus 17 años, es "demasiado mayor" para el hospital infantil, pero "demasiado joven" para el pabellón de adultos. El cabildeo para resolver este dilema es a la vez impresionante y absurdo; se celebran reuniones entre los hospitales de adultos y los de niños sobre las responsabilidades asistenciales, reuniones a las que no se le permitió asistir.

Más allá de la ética y la maquinaria de los cuidados, lo que las entradas del diario muestran de forma más conmovedora es la historia de la madurez de la autora, que aprende verdades amables y terribles que los adultos sanos tardan toda una vida en acumular.

En los poemas de "postratamiento" vemos a la autora embarcarse en una nueva versión de su vida como joven discapacitada, usuaria de un hospicio, un cuerpo que se desintegra, que decae hasta el punto de tener diecisiete problemas (diagnosticados), cayendo bajo la rama de su diagnóstico limitador de la vida. Los lectores se sentirán conmovidos, sorprendidos e iluminados por este convincente poemario de debut.