Testimonios para la Iglesia Tomo 7

Opiniones de los lectores

En general, el libro ha recibido comentarios positivos de los usuarios, que aprecian su valor para fortalecer la fe cristiana y proporcionar esperanza. Muchos lo han encontrado útil para el estudio y de fácil acceso. Se recomienda para personas a partir de nueve años.

⬤ Fortalece la fe cristiana
⬤ apto para mayores de nueve años
⬤ proporciona esperanza en tiempos difíciles
⬤ útil para lecciones de Escuela Sabática
⬤ fácil de consultar en formato digital
⬤ estupendo para completar colecciones.

Ninguno mencionado específicamente en las reseñas.

(basado en 9 opiniones de lectores)

Título original:

Testimonies for the Church Volume 7

Contenido del libro:

Cuando Ellen G. White escribió este volumen de consejos para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la obra de la Iglesia había alcanzado proporciones mundiales. La literatura se distribuía en treinta y nueve idiomas a través de trece editoriales. Quinientos ministros ordenados, con otros mil obreros en diversas ramas de la labor denominacional, servían a 66.000 creyentes, que formaban 1.892 iglesias.

Con el crecimiento de la iglesia en general se desarrollaron diferentes departamentos (como Escuela Sabática, Misionero Médico y Libertad Religiosa) para satisfacer diferentes necesidades. Si bien la estructura organizativa continuó evolucionando y fortaleciéndose, lograr el equilibrio durante este estado de crecimiento fue un verdadero desafío. Como resultado, las necesidades de algunos campos se descuidaron o carecieron de eficiencia en la gestión. Algunas ramas de la iglesia, que crecieron desproporcionadamente y se forjaron dentro de las líneas organizativas independientes de su propia creación, parecían "escapárseles de las manos".

Al ver estas deficiencias organizativas, Ellen White comenzó a pedir una reorganización a fondo de la obra en 1901. La tarea era grande, pero los líderes de la iglesia trabajaron enérgicamente, logrando la mayor parte de la tarea para 1902.

Durante esta época, aumentaban las tensiones entre los dirigentes de la iglesia y los de la obra médica (concretamente, el Sanatorio de Battle Creek). Habiendo alcanzado su cenit de poder, los "san" empezaron a inclinarse hacia una visión de la obra médica misionera cristiana de carácter bastante aconfesional, que, según pensaban, pronto eclipsaría la obra de la denominación adventista del séptimo día.

Cuando el sanatorio de Battle Creek se quemó hasta los cimientos en 1902, Ellen White hizo un llamamiento para que se extendieran y establecieran muchas más instituciones médicas (en lugar de congregarse en un solo lugar). Los artículos resultantes, que constituyen la sección "Nuestra obra de sanatorios", se incluyen en este volumen.

La labor editorial, que también había tropezado con algunos problemas, también recibió asesoramiento. Para mantener las prensas ocupadas o "llegar a fin de mes", algunas de ellas estaban aceptando trabajos comerciales o incluso publicando libros que contenían graves errores doctrinales. Todo esto requirió, y recibió, consejo adicional. También se proporcionó asesoramiento para fomentar y fortalecer la labor editorial en los estados del Sur, así como los centros de producción de alimentos saludables que habían surgido. También se trató el trabajo en las ciudades y la planificación de la jubilación para los trabajadores que iban avanzando en edad. Aunque dedicado a menos líneas de instrucción que algunos de los otros volúmenes, el volumen Testimonios para la Iglesia contiene muchos consejos vitales y de largo alcance que siguen dando ricos frutos.