Percy Jackson y los Olímpicos: El ladrón del rayo

Opiniones de los lectores

El ladrón del rayo está considerado un libro excelente para lectores de nivel intermedio, con un argumento divertido y lleno de aventuras basado en la mitología griega. Presenta personajes cercanos y mantiene a los lectores enganchados con su humor, sus giros y sus momentos de suspense. Aunque muchos críticos disfrutaron con el libro y lo recomendaron encarecidamente a otras personas, algunos encontraron ciertos aspectos menos atractivos, como el ritmo de la búsqueda.

Personajes redondos, argumento atractivo, humor, suspense, atractivo tanto para niños como para adultos, aspectos educativos relacionados con la mitología griega, lectura rápida y fácil, recomendado para jóvenes lectores.

Algunos lectores consideraron que el formato de búsqueda era repetitivo y en ocasiones aburrido, y unos pocos informaron de daños físicos en sus ejemplares. También se señalaron las diferencias del libro con la adaptación cinematográfica, y algunas reseñas mencionaron que era largo para los lectores más jóvenes.

(basado en 6423 opiniones de lectores)

Título original:

Percy Jackson and the Olympians: The Lightning Thief

Contenido del libro:

Percy Jackson está a punto de ser expulsado del internado...

otra vez. Y ése es el menor de sus problemas.

Últimamente, los monstruos mitológicos y los dioses del Olimpo parecen salir directamente de las páginas del libro de texto de mitología griega de Percy y entrar en su vida. Y lo que es peor, ha enfadado a algunos de ellos. El rayo maestro de Zeus ha sido robado y Percy es el principal sospechoso.

Ahora Percy y sus amigos tienen sólo diez días para encontrar y devolver la propiedad robada de Zeus y traer la paz a un Monte Olimpo en guerra. Pero para tener éxito en su búsqueda, Percy tendrá que hacer algo más que atrapar al verdadero ladrón: deberá reconciliarse con el padre que le abandonó; resolver el enigma del Oráculo, que le advierte de la traición de un amigo; y desentrañar una traición más poderosa que los propios dioses.