La imaginación despierta

Opiniones de los lectores

Las reseñas de «La imaginación despierta», de Neville Goddard, destacan sus poderosas ideas sobre el uso de la imaginación para la transformación personal y la consecución de los propios deseos. Muchos lectores encontraron los conceptos esclarecedores y opinaron que el enfoque de Goddard simplificaba ideas espirituales complejas, haciéndolas más accesibles. Sin embargo, a algunos les parecieron confusos algunos capítulos, sobre todo en lo referente a las implicaciones de revisar las experiencias personales.

Proporciona profundas ideas sobre el poder de la imaginación y su papel en la configuración de la realidad.

Fomenta el pensamiento positivo y el autodescubrimiento.

(basado en 170 opiniones de lectores)

Título original:

Awakened Imagination

Contenido del libro:

Neville Goddard, más conocido como Neville a secas, fue uno de los maestros silenciosamente dramáticos y supremamente influyentes en el campo del Nuevo Pensamiento durante muchos años... En una simple, pero de alguna manera elegante conferencia de una hora, Neville fue capaz de aclarar la naturaleza de Dios y la relación de Dios con cada persona. Hablaba de Dios en términos íntimos, como si lo conociera muy bien, y así era.

Joseph Murphy, escritor y conferenciante, que estudió con Neville en Nueva York, dijo de él: "Neville puede llegar a ser reconocido como uno de los grandes místicos del mundo".

Neville llegó a Estados Unidos procedente de Barbados para estudiar arte dramático a la edad de diecisiete años. En 1932 abandonó el teatro para dedicarse a sus estudios de misticismo cuando comenzó su carrera de conferenciante en la ciudad de Nueva York. Después de viajar por todo el país, se instaló en Los Ángeles, donde, a finales de los años cincuenta, dio una serie de conferencias en televisión y, durante muchos años, dio charlas con regularidad en el Wilshire Ebell Theater ante un público que abarrotaba las butacas. En los años sesenta y principios de los setenta, limitó la mayoría de sus conferencias a Los Ángeles, Nueva York y San Francisco.

Neville dijo una vez que si estuviera varado en una isla y se le permitiera un libro, elegiría La Biblia, sin dudarlo. Si pudiera meter más, añadiría el Diccionario metafísico de nombres bíblicos de Charles Fillmore, William Blake, (..". ¿Por qué estamos aquí temblando, pidiendo ayuda a Dios, y no a nosotros mismos, en quienes Dios habita? ") y los Comentarios de Nicoll. Estos eran los libros que recomendaba en sus conferencias.

Neville hablaba sin notas y seguía sus conferencias con preguntas y respuestas. Cuando le preguntaron si tenía cintas de sus conferencias a la venta, respondió: "No tengo cintas. Otros aquí están haciendo cintas para su propio uso, Perfectamente de acuerdo. Pero yo no tengo cintas".