Puntuación:
Las reseñas de «La chica de los cuentos» de L.M. Montgomery destacan su encanto nostálgico y la vívida representación de las experiencias de la infancia. Muchos lectores aprecian la calidez de la narración y los cautivadores personajes, pero hay críticas sobre la calidad de algunas ediciones, en particular sobre el tamaño de la letra y la durabilidad de la impresión.
Ventajas:El libro es elogiado por sus bellas descripciones, sus encantadores personajes y los temas nostálgicos de la infancia en la Isla del Príncipe Eduardo. Los lectores lo encuentran encantador y adecuado tanto para niños como para adultos. El libro evoca fuertes sentimientos de verano y evoca gratos recuerdos de juventud, que muchos admiradores de L.M. Montgomery aprecian.
Desventajas:Varias reseñas señalan problemas con ediciones específicas, como el pequeño tamaño de la letra, la mala calidad de las sobrecubiertas y problemas de durabilidad física en los que las páginas se caían. También se menciona la decepción de algunos lectores por el ritmo de la narración, que carece de un clímax o una resolución convencionales, lo que provoca sentimientos encontrados sobre su atractivo general.
(basado en 56 opiniones de lectores)
The Story Girl
Me gustan los caminos, porque siempre puedes estar preguntándote qué hay al final de ellos. La chica de los cuentos dijo eso una vez.
Félix y yo, en la mañana de mayo en que salimos de Toronto hacia la Isla del Príncipe Eduardo, no la habíamos oído decir eso y, de hecho, apenas sabíamos de la existencia de una persona como la Chica de los Cuentos. No la conocíamos bajo ese nombre. Sólo sabíamos que una prima, Sara Stanley, cuya madre, nuestra tía Felicity, había muerto, vivía en la isla con el tío Roger y la tía Olivia King, en una granja contigua a la antigua hacienda de los King en Carlisle.
Supusimos que la conoceríamos cuando llegáramos allí, y teníamos la idea, por las cartas de tía Olivia a papá, de que sería una criatura muy alegre. Aparte de eso, no pensábamos en ella.
Estábamos más interesados en Felicity, Cecily y Dan, que vivían en la granja y, por lo tanto, serían nuestros compañeros de techo durante una temporada. Pero el espíritu de la observación aún no pronunciada de la Niña de los Cuentos se agitaba en nuestros corazones aquella mañana, cuando el tren salía de Toronto.
Emprendíamos un largo camino y, aunque teníamos cierta idea de lo que nos aguardaba al final del mismo, había en él el suficiente encanto de lo desconocido como para que nuestras especulaciones sobre él tuvieran un encanto maravilloso.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)